viernes, 29 de enero de 2010

La Scarlet

Los años de mi infancia perdida
se amontonaron entre las cruces
y manos blancas
de las monjitas con cara de pan
más buenas que el pan
en ese entonces
yo conocí a la Scarlet
Scarlet la del puesto de adelante
Scarlet la huerfanita
Scarlet la pobre
la misma que a falta de papitos
me robaba un sacapunta de barbie
porque quería ser rubia y feliz
como ella
la que me robaba los lápices de colores
cada uno de los doce colores
uno por uno
para pintarse su carita desteñida
en las hojas de un cuaderno
que nunca fue de ella
Scarlet la intrigante
Scarlet la niña-niño
tenía el pelo tan corto
tan corto
para que los piojos y las liendres
no invadieran su cabecita
la cabecita donde les gustaba
levantar esas majestuosas ciudades
y era tan flaca
tan flaca
que se parecía a esos niños desnutridos
dignos de la madre Teresa

Scarlet el niño-niña
la del delantal pequeño
un recreo la seguí al baño
agachada debajo del cubículo
hacía pipí
¿parada o sentada?
¿sentada o parada?
sentada sentada
sobre las burlas de sus compañeras
ándate a otro colegio
que este es de mujeres
ándate a tu orfanato
que acá todas tenemos papás
sentada
no era más que una Juana de arco
en su niñez con pelo corto
sentada sobre su caballo
Scarlet
no sé como se escribía
con doble t
quizás
Scarlett
Scarlet en los pasillos del miedo
no mira atrás
ahora tiene el pelo largo
y por donde camina
va dejando pedazos
pedacitos
de burlas y delantal.


Ara

lunes, 25 de enero de 2010

(Litoral)

Anidándome casi siempre en un mar:

Busqué y encontré uno lejos de ti
recorrí la arena grande
y hundí mi panza en el agua del pacífico

Aplasté mi cara contra el aire

Levanté mis manos para tocar
toda la espuma que escupe

Repetí la palabra litoral
como si nuestro hijo de sal
naciera 
bajo la puesta de sol

Dormí bajo un bosque casi secreto
comí de la tierra los hongos
chanchitos de tierra
y las piedras

Engendré uno que otro árbol
con ramas directas hacia la ciudad
que riego
mientras aseguro mi origen
viajando 
con mis pies fuera de la ventana.

betania

jueves, 21 de enero de 2010

Patio interior

Despiertas asustada: abajo alguien promete matar a alguien.
Miramos por la ventana:
La misma performance ebria de siempre,
el sol que forma su costra mañanera
en el encervezado suelo.
Todo ese reverso festivo de la muerte diurna
que ha sido arrastrado a través de la noche
es sólo otro vertedero desesperado de promesas
de muerte o amor.
La misma pobre orilla.
El acantilado al que todos corren
para no lanzarse nunca.
Pero nosotros no nos hemos prometido nada
a la manera histórica de la desesperación.
Éste es el único día
junto con el próximo que nos caiga encima:
un abismo a dos orillas espalda con espalda
con el eco como lengua madre de esta porfía.
A lo mejor por eso simulo una sombra
y te sigo hacia la ventana para abrazarte,
como si el paisaje fuese algo más amable
que este patio interior;
y soy, por fraudulentos instantes, un tercero de nosotros
que se alegra de verme contigo
mirando un mero patio interior.
Habemos varios asomados, chascones y sin ojos aún,
entre ellos un vecino que se anima y le grita un par de cosas al
exaltado de abajo
y eso es todo,
siempre eso es todo.
Vuelves y te tapas hasta la cintura,
cerraste los ojos cuando aún estabas de pie,
yo bebí agua para solucionar la cabeza,
"me asusta mucho despertar así”, dijiste.


Rodrigo

domingo, 17 de enero de 2010

A




Te amo tanto como para tenerte aquí
mirando como voy
rascándome la vagina
sugiriendo recostada en el sofá
ser una mujercita del frío
piñizcándome los cachetes
para dar aires
de muñeca gigante.

jueves, 14 de enero de 2010

Un poco menos que yo

Hay angustia al querer tomarte
y ahorrarse el horror del pensamiento.
Miedo de posibilidad trascendental de sentido,
traducida en hereje poesía
que roe los espasmos neo-natos
de cierto mundo revelado,
en la súbita inmanencia
de un cigarro mal prendido
o en una cerveza que no acaba.

Una resistencia inútil,
como al payaso que en sueños
me escupía fuego,
o la necesidad categórica
de caos.
Soy cuento que no acaba
más allá de su propia existencia,
soy cuenta insaldable
y preludio de sinfonía no escrita.
La astucia radical
de una lengua-látigo
que juega a flagelos
de niño mal criado,
cruxificción de un cadáver
que añora condena,
pena capital
o cachetazo de madre ausente.

¿Qué fue de mí?
intuición visceral de lo que fue
jamás siempre
y lucha insaciable
de incongruentes avatares
del trasnoche frente a la nada.

(mi lobotomía)

...................................No soyYoshi

Operaciones Secretas.





Digamos que es un taller sin profe,

super anarquista

y sobre todo

very top secret.

Planeamos nuestros atentados desde alguna salita de Balmaceda,

si nos ven,

junten miedo...