jueves, 4 de febrero de 2010

Poyejali

Sólo después de ÉL ha comenzado la vida en la posteridad y el hombre no muere ya por la calle al pie de un muro cualquiera, sino en su casa, en la historia, en el ápice de una actividad dirigida a la superación de la muerte; el hombre muere dedicado por entero a esa búsqueda
B. PASTERNAK


Horrible hilo al que nos vemos atados desde horas tiernas,
Sujetos desde antes de estar vivos, ceñidos a ser provisorios pasajes en el tiempo.
A la intemperie de los pasos moribundos
Abrimos los ojos,
Con la certeza de ser escritos por algo más que un acta de nacimiento.
Cubrimos horrendas sangrías elaboradas de antaño,
Protegemos la piel para que no se reseque en su proceso metacromático.
Las historias que nos han contado contaremos
Contando.
Cortando nefandas situaciones de barro amarraremos impulsos nerviosos,
Deseos como turbulencias halladas bajo la ciudad de las estrellas.
Maquinas monotemáticas derraman epidemias,
Virulentas cuerdas umbilicales arrastradas por avenidas malconjugadas,
Hechos remendados por escrituras papíricas.
Yo no conozco a quien antecedió a mi sangre, pero su nombre ha sido clavado en las partituras
De mi cuerpo
Incluso antes que mi memoria.
Cada uno de los mártires han sido enterrados en los lóbulos citoplasmáticos de la historia
Y están en fechas y están en cumpleaños, y bajo su imagen y semejanza yerguen estatuas y fundan
Ciudades.
Que nadie olvide que los nombres en el cuerpo vinieron
Antes que la luz,
Y que de la luz sólo son responsables las fechas parturientas, las matronas, los ciclos y los médicos
Y ellos se dedican a expandir su ululante silbido como pífanos militares,
Llenando de vacío el resplandor húmedo y ponzoñoso de esta tierra,
Enferma desde antes de la historia.

Horrible hilo al que nos vemos atados desde horas tiernas.
Yo no escribo el tiempo, ni por pretensión ni por intentar otorgarle sentido.
Embriones hastiados de ser el detrito micromoléculo,
Ciegos y extasiados de tanto ingerir mercurio,
crean síndromes que otros llaman Minamatas.

Quisiesen sanar la ataxia decaída,
Inferir las letras que van a coordinar su palíndromo discontinuo.
Dirían: “Aquí no veo ningún dios”.

Finalmente, descontrolados de tanto control,
Excitan a su última palabra a producir finales, apareceres como vostoks espaciales,
Que hablen de arena que suba y rebobine tal como remueva.

Antes de pensarlo, los cigotos ya habrán deletreado:
P – U – N – T – O
Y cuestión suya si deciden ser paridos.



d.i.a

2 comentarios:

Operaciones Secretas.





Digamos que es un taller sin profe,

super anarquista

y sobre todo

very top secret.

Planeamos nuestros atentados desde alguna salita de Balmaceda,

si nos ven,

junten miedo...