lunes, 18 de abril de 2011

Te extraño una balacera, un llanto de infante premeditado, la suma de las quietudes de todos los universos, te extraño el poema que nunca escribo, te extraño un lupus, un aneurisma. Te extraño la historia, como la historia, como letra violando la época y que negándola le pone nombre, nos pone nombre para que esa estela invisible entre nosotros, más real que nosotros mismos se rompa la mandíbula. Te extraño en des-velo, así te extraño, en categorial y en relativo, sin método, ni revolución copernicana. En un buen sentido de Fukuyama te extraño, sin democracias liberales, así, bien posmo y desbordado. Acido como anarquista boxeando a la amargura es mi extrañar, como uno de los pocos buenos de Hahn. Te extraño un cañonazo en la frente de los delirios de Baudelaire, silogísticamente, entre Aristóteles y Martínez. Te extraño tanto como extrañarían los versos del biólogo Humberto Maturana. Te extraño públicamente y en secreto, como las nuevas generaciones poéticas y literarias Chilenas extrañan los setentas, crecer en los setentas, escribir bien. 5 Newtons y 6 religiones es mi sentimiento ortodoxo/conspirativo. Como un electrón suicida buscando constante, como el capitalismo a la inducción sistemática. A lo latinoamericano, súper otro y estético. Como debiera extrañar la totalidad de la existencia el vacio otrora Dios.

2 comentarios:

  1. "Te extraño un cañonazo en la frente de los delirios de Baudelaire..."

    Me voy con el cañonazo entre los dientes.

    Saludos.

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Operaciones Secretas.





Digamos que es un taller sin profe,

super anarquista

y sobre todo

very top secret.

Planeamos nuestros atentados desde alguna salita de Balmaceda,

si nos ven,

junten miedo...